lunes, 7 de noviembre de 2011

¿La Biblia o el móvil?

¿Se imaginan que pasaría si tratáramos a nuestra Bíblia de la misma forma que tratamos a nuestro móvil?
Y siempre cargáramos nuestra Biblia en la cartera, en el bolso, en el cinturón o en el bolsillo?
Y le diéramos una ojeda varias veces al día?
Y nos volviéramos para buscarla cuando nos la olvidamos en casa o en la oficina?
Y si la usáramos para enviar mensajes a nuestros amigos?
Y si la tratásemos como si no pudiéramos vivir sin ella?
Y si la diéramos de regalo a los chicos, para su seguridad, y para estar comunicados con ellos?
Y si la lleváramos cuando viajamos, en caso de necesitarla como auxilio y ayuda ?
Y si echáramos mano de ella en casos de emergencia?
Al contrario del móvil, la Biblia no se queda sin señal.
Nos podemos conectar con ella en cualquier lugar.
No precisamos preocuparnos por la falta de saldo porque Jesús ya pagó la cuenta, y los créditos no tienen fin.
Y lo mejor de todo: no se corta la comunicación, y la carga de batería es para toda la vida.


"¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
    llamadle en tanto que está cercano!"
 (Is 55:6)

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